viernes, 27 de abril de 2012

Deseada lluvia

Hoy he cometido un error, un gran error.

Recién levantado he observado por mi ventana como el día estaba color "panza de burra", como decía una profesora mía en mi adolescencia. Poco después, absorto en cualquier cosa, para variar sin importancia, no he sido consciente de que empezaba a lloviznar.

Cuando media hora después me he cansado de mirar emails, Facebook, Twitter y demás causante de drogadicción sin las cuales hoy parece que no podríamos vivir, he vuelto a observar por la ventana para admirar, ahora sí, la lluvia.

En ese momento, y después de estar deseándola desde hace un tiempo, más por necesidad espiritual que física, he notado una de las peores sensaciones de los últimos años.

Hace años, e incluso pocos meses, por mi forma de ser, habría buscado cualquier excusa para salir a la calle y sentir la lluvia, sentir el aroma a césped mojado, a naturaleza. Hoy no, hoy dejé que esa pereza me retuviera. Hoy me sentí atado a estas nuevas tecnologías, las cuales incluso desarrollo, y fui incapaz de seguir a esa petición interna de salir ante la lluvia y sentir su purificación.

No obstante ,el sentimiento es agridulce ahora, ya que aunque por un lado me he sentido mal al traicionar esa tendencia natural mía, por otro me ha servido para recordar que hay ciertos detalles característicos en el alma de cada uno, que no se deben perder nunca. Y aunque suene quizá infantil, este es un rasgo que no quiero perder.

Mucha gente tiende a decir, como verdad absoluta, que determinados rasgos se pierden poco a poco a medida que el ser humano crece. Pero yo me niego a pensar en que llegue un día en el que para mi sea más importante el trabajo, o un problema personal o tecnológico, que disfrutar un regalo de la naturaleza como es esa purificación en forma de lluvia que, nunca he sabido por qué, me hace sentir más conexión con el todo.



Creo que no hace falta decir, que aprovecho este momento para escribir, porque las nubes ya no están sobre mi tejado.

Buenas noches.

No hay comentarios:

Publicar un comentario