Las relaciones son difíciles, pero son más difíciles aún si cada uno mira hacia un lado.
Al fin y al cabo una relación son dos personas en una barca.
La forma de llevar esa barca determinará la validez y el futuro de esa relación.
Si las dos personas reman en la misma dirección, la barca avanza, la relación por tanto también.
Si nadie rema, la relación se mantiene donde está, no avanza, no evoluciona, muere lentamente.
Si cada persona rema hacia un lado, la barca no dejará de dar vueltas, mareando a los ocupantes… y sin futuro posible.
Cuan importante es en una relación… mirar y remar en la misma dirección.
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